EL TRABAJO DEL FUTURO DEBE SER MÁS HUMANO QUE NUNCA

Felipe Palma G.
Abogado / Socio

¿Cómo mantenemos la humanidad en nuestras interacciones laborales en esta nueva era digital?

El uso de la Inteligencia Artificial (IA), ha dejado de ser un tema del futuro. Hemos podido constatar que cada día más son los diversos usos que ha tomado la IA en nuestras vidas, penetrando a un sinfín de áreas del saber; medicina, ciencia, arte, música, etc.

Sin embargo, lo que acá nos convoca es como esta influyendo en las actuales relaciones laborales en nuestro país.

No solo el poder judicial, sino que los organismos fiscalizadores, han incluido en sus metodologías y funcionamiento, la utilización de herramientas de esta especie, sino que además, los profesionales, estudios jurídicos, y las propias empresas, que ven en la IA con cierta esperanza, una forma de modernizar de forma eficiente y efectiva su actividad diaria.

Lo anterior claramente decanta en que los y las trabajadoras de las mismas empresas, tienen en sus manos la misma herramienta que les permitiría alcanzar un nivel superior en el desarrollo de sus actividades, lo que convengamos, es un punto a favor de la adecuada utilización de esta nueva forma de vivir.

Sin embargo lo anterior, existe también por una parte de la población la sensación de que la utilización de las herramientas otorgadas por la IA, generarán un gran conflicto social al verse reemplazada la humanidad, siempre tan atenta a la excelencia en base a la autoexigencia y la natural competencia que la acompaña.

Este choque de ideas tan diversas nos ponen en la necesidad de revisar, analizar, seguir, y acompañar los múltiples y radicales cambios que se han venido generando en esta materia, desde la perspectiva del equilibrio y desarrollo no solo de las habilidades que el nuevo escenario tecnológico impone, sino que sobre todo, de poner en relevancia la inmensa necesidad de no estropear y potenciar las capacidades y cualidades humanas, que hoy se alteran indudablemente.

De ahí la necesidad de comprender que, el futuro ha de ser más humano que nunca, ya que la denominada Inteligencia Artificial se transforma a pasos agigantados en una esencial herramienta de automatización de procesos repetitivos, agilización de las etapas de la producción, entre otras cualidades, que deben ser un apoyo al bienestar en materia laboral, y no un salvavidas de plomo, que inhiba la más mínima reacción humana generando un dilema de difícil solución.

Competencias como el pensamiento analítico, la creatividad, el liderazgo y la resiliencia se vuelven indispensables en el entorno laboral actual. Estas habilidades, esencialmente humanas, son difíciles de replicar por máquinas y son cruciales para la innovación y el crecimiento organizacional, de ahí que el fomento de una cultura de escucha activa, empatía y apoyo mutuo es fundamental para mantener la motivación y el compromiso de trabajadoras y trabajadores.

El trabajo, debe ser en el futuro, más humano que nunca para que resulte efectiva y virtuosa la irrupción de la Inteligencia Artificial en nuestras vidas.